Agua caliente sanitaria / Fontanería

Evolución de las instalaciones de sistemas de agua caliente sanitaria

Las instalaciones de sistemas de agua caliente sanitaria (ACS) se remontan a los inicios de la fontanería en la Antigua Roma. La fontanería siempre ha ido de la mano de la higiene y la disminución de plagas y enfermedades, por lo que en la Antigua Roma existieron trabajadores especializados en mantener y realizas las instalaciones relacionadas con el agua.

La ingeniería romana es muy conocida por sus grandes obras de acueductos de piedra y los notorios baños y termas romanas con sistemas de agua residuales.

En el libro histórico francés de V. CH. Joly sobre el tratamiento práctico de calefacción, ventilación y distribución de agua en viviendas particulares, se relata que en tiempos romanos los baños y termas calentaban el agua y creaban vapor húmedo al verter agua sobre piedras calientes. Este método podemos conocerlo como el comienzo de los sistemas de agua caliente sanitaria, consiguiéndose otros casos como en los baños moros o hammams (agua caliente en árabe).

La fontanería moderna se establece en el siglo XIX, conocido como el siglo de la industrialización, que dio paso al uso de tubería de hierro fundido y conexiones de soldadura con plomo para conducir el agua. El plomo era fundido mediante un quemador y vertido en las uniones de las tuberías. Al conocer el impacto en la salud de las personas con relación al plomo, este material y método se dejó de utilizar en la fontanería de consumo humano a mediados de los años setenta.

Actualmente, la soldadura de plomo es sustituida por uniones mecánicas o soldaduras de acero, estaño o adhesivo para tubos de PVC, entre otras sustituciones.

 

¿En qué se diferencian los sistemas de ACS modernos de otros sistemas?

Los sistemas de ACS modernos se diferencian de los sistemas antiguos principalmente en la tecnología y en los materiales de uso. Hoy por hoy, las principales características de estos sistemas difieren mucho de los antiguos sistemas de hierro y plomo. La reducción del consumo energético en ACS mediante sistemas de producción de agua caliente eficientes es actualmente una de las principales inquietudes de los profesionales.

Es así que los profesionales se enfocan en buscar sistemas de producción de agua caliente sanitaria que tengan materiales de calidad y que no supongan un desperdicio energético.

En la actualidad, los sistemas de ACS se dividen en dos tipos principalmente: sistema instantáneo y por acumulación. Los sistemas instantáneos calientan el agua según la demanda y los sistemas por acumulación funcionan por medio de depósitos. Para más información puedes leer este artículo.

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Tipos de Energías que se utilizan para agua caliente sanitaria

Para calentar el agua potable es posible utilizar prácticamente todos los tipos de energía que se ofrecen en el mercado, siendo las más comunes la electricidad y el gas. Para la producción de agua caliente por medio del sistema instantáneo, es habitual el uso de gas, y en menor medida la electricidad.

Es así que los tipos de energía que podemos utilizar serían:

Energías no renovables más comunes para el uso de ACS:

  • Electricidad
  • Gas Natural
  • Gases licuados del petróleo (butano, GLP y propano).
  • Gasóleo.

Energía renovable para ACS:

Se prevé que en los próximos años sea de obligada instalación en viviendas de obras nueva tanto en apoyo total de la instalación o apoyo alternativo. Las energías renovables principales son:

  • Energía solar térmica
  • Geotérmica
  • Calores residuales
  • Aerotermia

energía alternativa para calentar agua

¿Qué debemos tomar en cuenta al cambiar un sistema ACS antiguo por uno nuevo?

Fundamentalmente existen dos factores a tomar en cuenta:

  • Prevención de la legionelosis

  • La proliferación de la bacteria legionela en el agua es uno de los problemas de higiene y limpieza que los profesionales deben prestar especial atención. El desarrollo de esta bacteria se produce en un hábitat con temperatura adecuada (entre 20 y 45 Cº), y nutrientes como amebas, óxidos y suciedad en general. Además, para conseguir su desarrollo el agua debe tener poca velocidad de circulación.

Dadas las características del hábitat perfecto para la legionela, hay instalaciones de agua caliente sanitaria de riesgo. En el Real Decreto 865/2003, por el que se establecen los criterios higiénicos y sanitarios para el control y prevención de la legionelosis, se clasifican las instalaciones según su grado de proliferación y dispersión de Legionella.

Brevemente, cuando el sistema es de acumulación y recirculación son las que tienen mayor riesgo y las instalaciones que no tienen circuito de retorno tienen menor riesgo. Para ambos casos, quedan excluidas las instalaciones ubicadas en edificios de viviendas.

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En el RD 865/2003 quedan dispuestas las prescripciones más importantes sobre las medidas preventivas generales, los criterios de diseño en instalaciones interiores, los criterios de mantenimiento, la adecuación de las instalaciones, entre otros.

En definitiva, los profesionales deben poner en práctica las normativas que evitan el desarrollo de la legionella y primordialmente evitar los factores que favorecen al desarrollo de la bacteria: temperatura, estancamiento y suciedad.

   - Eficiencia energética

Para un sistema ACS moderno, los profesionales deben analizar la cantidad de energía que necesita el sistema para poder calentar el agua a las temperaturas deseadas, manteniendo una buena eficiencia energética. En obras de gran envergadura como los hospitales, hoteles, gimnasios, etc. el consumo de agua caliente sanitaria ocupa un porcentaje llamativo del consumo de energía, por lo que se hace crucial el tratamiento de la eficiencia energética.

Además, se hace cada vez más presente que las Directivas Europeas promuevan el uso de energías renovables para alcanzar edificaciones nZEB (edificio de consumo de energía casi nulo), estableciendo la hoja de ruta para los fabricantes de productos y dispositivos para el uso de ACS.

En el RITE, en el artículo 12 se establecen las recomendaciones sobre el diseño, cálculo, ejecución y mantenimiento de las instalaciones térmicas y su eficiencia energética.

 

Principalmente, los instaladores deben tomar en cuenta la eficiencia de los componentes de la instalación como el aislamiento térmico del sistema, el sistema de intercambio, el sistema de acumulación o el generador utilizado.

Como veis, los sistemas de agua caliente sanitaria actuales distan mucho de los inicios en la Antigua Roma y en la fórmula del siglo XIX. Las necesidades de un sistema ACS se mantienen, pero las herramientas tecnológicas han evolucionado en la búsqueda de sistemas que aporten más bienestar, mayor comodidad y un aumento de la eficiencia energética.