Fontanería

Descalcificador de agua: Cuántos tipos hay y cómo funcionan

El exceso de cal en las instalaciones de fontanería es un problema que afecta a muchos lugares de España. La alta concentración de iones de calcio y magnesio da lugar a la cal en las tuberías, acortando sensiblemente su vida útil, pero es que además perjudica a todos los electrodomésticos que usan agua, como lavadoras, lavavajillas o cafeteras, haciéndolos menos eficientes y encareciendo su uso. También hace que las superficies de la vivienda en contacto con el agua, como los sanitarios o las mamparas del baño, adquieran un color blanco.

Como el agua presenta cal, para mantener la ropa y las viviendas limpias deben utilizarse productos adicionales de carácter químico, puesto que los jabones y detergentes requieren una mayor concentración del producto para funcionar. Por añadidura, la presencia de cal en el agua puede desencadenar problemas de salud, ya que el agua no llega a alcanzar altas temperaturas y se impide que actúe como biocida, lo que puede favorecer la presencia de bacterias, una de ellas la peligrosa Legionella pneumophila. Otra de las consecuencias de la alta presencia de cal en el agua es la aparición de dermatitis atópica en bebés y adultos con pieles sensibles.

Qué es un descalificador de agua

Un descalcificador de agua, denominado también suavizador de agua, es un dispositivo que permite disminuir el contenido de sales minerales, así como de depósitos y de incrustaciones en las tuberías. Para ello emplea métodos químicos o mecánicos. Mediante el uso de un descalificador de agua doméstico se pueden prevenir incidencias vinculadas a la salud y el bienestar de los habitantes de una casa, al mismo tiempo que se evita incurrir en un gasto de energía innecesario y a prolongar la vida útil de tuberías y electrodomésticos. Además permite reducir el gasto en jabones y detergentes y evitar el coste de adquirir productos antical, como pastillas.

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Componentes del descalcificador

Los descalcificadores para vivienda cuentan con varios componentes comunes, como la válvula de control, que puede, en algunos modelos, ser regulada por microprocesador, junto con una válvula mezcladora, una columna de descalcificación con resina que puede ser de intercambio iónico, una entrada de agua de aporte, una salida destinada al agua descalcificada, un desagüe, una conexión del rebosadero y una conexión a la alimentación eléctrica.

Además se pueden encontrar abrazaderas para realizar la conexión de la manguera, una manguera de desagüe y, en algunos casos, un analizador de dureza. Otros componentes adicionales serán un depósito para la sal o una válvula anti-retorno. Muchos descalcificadores de agua modernos cuentan con una pequeña pantalla gracias a la cual puede introducirse el dato de la dureza del agua y la hora de recarga.

Tipos de descalificadores de agua y su funcionamiento

Los dos tipos principales de descalcificadores de agua son los mecánicos y los químicos, por uso y difusión, aunque también existen otros tipos de descalcificadores, como los catalíticos y los electrónicos.

  • Descalcificadores mecánicos. Se utilizan especialmente para un uso doméstico con aguas de beber, aunque también se pueden encontrar en algunos tipos de industria. Su funcionamiento se basa en la osmosis inversa; al aplicar una alta presión, se permite que el agua atraviese una membrana semipermeable, por lo que se ‘limpia’ el agua de restos de cal. Tienen como inconveniente que la producción de agua es baja y que es necesario mantener limpia la membrana.
  • Descalcificadores químicos. Estos dispositivos funcionan con cartuchos o pastillas de zeolita, un compuesto químico que intercambia iones de calcio y magnesio por iones de sodio o potasio. Cada cierto tiempo es necesario sustituir los cartuchos. Existen descalificadores de agua para casa capaces de realizar esa función por sí mismos. Este tipo de dispositivo tiene la ventaja de que no emplea sustancias contaminantes o corrosivas, lo que contribuye a respetar el medio ambiente. Tampoco arranca los metales presentes que pueden contener las propias canalizaciones, como por ejemplo plomo. Tampoco requiere de recargas periódicas de sal y conserva intactas las propiedades del agua, puesto que no cambia su composición.
  • Merece la pena mencionar los descalcificadores catalíticos; su uso doméstico es muy poco común, aunque en algunos tipos de industrias sí se emplean. Cuentan con una aleación especial de metales capaz de provocar la precipitación del carbonato de calcio. Éste cae en el agua en forma de cristales estables y es arrastrado por el propio agua fuera del sistema de circulación, con un efecto, por añadidura, desincrustante sobre los depósitos de sarro. Los descalcificadores para vivienda electrónicos, que se comercializan a pesar de que cuentan con muchos detractores que ponen en duda su eficacia, basan su acción en la creación de campos magnéticos que atraviesan la conducción. Éstos, según sus defensores, modifican la estructura molecular de los cristales de calcio para que no se queden en las tuberías y sean arrastrados por el propio flujo del agua.