Calefacción

Cómo influye la válvula termostática en los radiadores

La válvula de calefacción termostática es un dispositivo que tiene como fin el regular de manera automática el caudal de agua caliente que se introduce en el radiador. Estas llaves de paso están insertadas en los radiadores; cuanto más caudal de agua pasa, más emisión de calor se produce y un mayor gasto de energía con ello y más aumenta la temperatura del local climatizado.

A continuación te invitamos a descubrir de una manera sencilla qué es una válvula termostática y cuál es su función en una instalación de calefacción central.


¿Qué es una válvula termostática?

Estos elementos, sencillos y de poco coste, ayudan a contener el consumo y a evitar el derroche, ajustando el calor a lo que se requiere en cada estancia de una vivienda. Cuando la temperatura que se ha escogido es mayor que la que hay en ese momento en la estancia, la válvula abre el paso del agua, mientras que, si la temperatura elegida es inferior, se cierra el paso del agua para rebajar el calor que emite del radiador. Las válvulas termostáticas se combinan con un cabezal para elegir la temperatura que el usuario desea tener en cada radiador de manera individual. De esta forma se ajusta de manera automática a las modificaciones de temperatura que se produzcan en la estancia concreta.

¿Cuáles son las ventajas de la válvula termostática respecto a la manual?

La válvula manual requiere que sea el usuario el que seleccione el grado de apertura que desea en todo momento. De esta forma, cuanto mayor sea el caudal, mayor será también la emisión de calor y, por lo tanto, el consumo energético que se produce. En la válvula termostática, sin embargo, el usuario selecciona la temperatura que desea para la habitación, y la válvula ajusta permanentemente el caudal que entra al radiador. De esta forma se logra una temperatura constante sin tener que estar continuamente modificando la apertura del caudal y, por otro lado, se obtiene un considerable ahorro en el consumo y en la factura energética mensual.

Válvula termostatizable y cabezal

Una válvula termostática se compone de dos partes; por un lado la válvula termostatizable y, por otro, el cabezal termostático. La válvula se rosca sobre el radiador, en su interior un vástago regula el paso de agua. Sobre esta  válvula se monta el cabezal termostático que es el que acciona el vástago en función de la temperatura de la estancia.

Los cabezales termostáticos electrónicos son una opción interesante para programar la temperatura de una estancia con la máxima precisión, ya que con ellos es posible determinar tanto la temperatura que se quiere alcanzar en una habitación como a qué hora se desea que se logren esos grados centígrados. Un teclado que se integra en el propio cabezal facilita toda esta operación.

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¿Por qué sustituir las válvulas manuales por válvulas termostáticas?

Las válvulas termostáticas son elementos sencillos y que no requieren un alto desembolso económico, a pesar de su elevada rentabilidad a la hora de reducir el gasto en calefacción. Las estimaciones indican que el aumento en el consumo de energía por cada grado centígrado de más al que se pone la calefacción es de entre el 7% y el 10%. Por ello es muy recomendable sustituir todas las válvulas manuales por otras termostáticas en las instalaciones existentes, debido al importante ahorro que ello conlleva.

La actual normativa obliga (RITE IT 1.2.4.3.2.) a la instalación de cabezales termostáticos  en dormitorios y salones.

La importancia del equilibrado hidráulico

Válvulas Arco dispone de varios tipos de válvulas para su uso en radiadores; las válvulas bitubo manuales y las válvulas bitubo termostáticas. A estas hay que añadir la existencia de válvulas monotubo.