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Electroválvulas: Qué son y para qué sirven

Una electroválvula es un elemento cuya función resulta fundamental en circuitos que regulan el flujo de todo tipo de fluidos, sobre todo el agua. Su amplio abanico de aplicaciones hace que sea necesario conocer sus características y funcionamiento para poder manejarla adecuadamente.

Qué es una electroválvula

Cuando hablamos de una electroválvula, nos referimos a un dispositivo electromecánico diseñado para controlar el flujo que circula por un conducto. Por lo habitual, solamente dispone de las posiciones de abierto y cerrado.

Este tipo de válvulas se  mueve por la acción de una bobina solenoide. Esto las diferencia de las válvulas motorizadas, con un motor que acciona el mecanismo y les permite tener posiciones abiertas o cerradas.

Clases de electroválvulas

Las  electroválvulas para agua disponen de dos partes básicas: el solenoide y la válvula. En algunos modelos, el primero convierte la energía eléctrica en mecánica y hace posible que se accione la válvula, mientras que otros cuentan con dos solenoides  para hacer los movimientos de apertura y cierre. A partir de la configuración de estos dos elementos, podemos distinguir diversos tipos de una electroválvula  para agua:

De tipo directo

Estas electroválvulas e usan en instalaciones tan habituales como lavadoras, lavaplatos y sistemas de riego. Necesitan de un solenoide que las mantenga abiertas o cerradas,  en combinación con la fuerza de un muelle.

Asistidas

Una válvula solenoide para agua asistida no está controlada directamente por el solenoide, sino que este ejerce  su influencia sobre una válvula piloto secundaria.

Funcionamiento y reparación de electroválvulas

El funcionamiento de una  electroválvula  para agua es sencillo: la membrana de la válvula  se apoya en el cuerpo con la ayuda del muelle, y evita que el agua pase por la presión que ella misma ejerce y que está unificada tanto en la parte inferior como en la superior.

En el momento en que se envía una señal eléctrica al solenoide de la electroválvula, la bobina se imanta y levanta el émbolo. De esta manera, queda un pequeño agujero en la tapa de la válvula, por donde sale el agua de la cámara superior. Así, cambia la  presión y se libera el orificio de paso general. Esto hace que se comuniquen  la entrada y la salida de agua del cuerpo de la válvula.

Reparación de electroválvulas

Las  electroválvulas para agua pueden tener averías eléctricas y mecánicas, que requerirán seguir de un proceso de reparación diferente según sea su origen.

Las averías eléctricas se detectan porque la válvula no se abre. Esto puede deberse esencialmente a dos motivos: que el programador de la electroválvula no mande la señal adecuadamente, o que el solenoide no haga su función. Para saber qué ocurre exactamente es necesario cortar el flujo de agua y hacer los siguientes pasos:

  1. Desenroscar el solenoide de la electroválvula , sin tocar sus cables
  2. Hacer que el programador reclame a la válvula su funcionamiento
  3. Comprobar que el solenoide tiene una vibración y el émbolo se recoge

Si esto no sucede, es necesario revisar la energía que va del programador al solenoide y ver en qué momento falla su circulación.

Por otra parte, las averías mecánicas en una válvula solenoide se detectan a simple vista porque la válvula no cierra. Esto puede deberse simplemente a una acumulación de suciedad porque no se haya instalado previamente un filtro en la tubería que la recoja.

De esta manera, se consigue solucionar cualquier avería mecánica de una  válvula solenoide para agua y garantizar su correcto funcionamiento en cualquier circuito.