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Conoce los tipos de válvulas automáticas

Conocer las características y las ventajas que ofrecen las válvulas automáticas es un requisito esencial para entender la importancia de su aplicación en algunas de las instalaciones de agua más habituales.

Conoce los tipos de válvulas automáticas

Esencialmente, las válvulas automáticas son aquellos dispositivos que no necesitan que una persona las accione directamente para actuar. Además, si tenemos en cuenta el sistema de accionamiento de que disponen, podemos distinguir diversos tipos.

Se distinguen 3 grandes bloques:

  • Válvulas motorizadas accionadas por actuadores eléctricos (las más empleadas en nuestro sector de instalaciones en la edificación)
  • Válvulas accionadas hidráulicamente
  • Válvulas accionadas por solenoides

Válvulas accionadas hidráulicamente

Estas válvulas para agua se accionan por pilotos reguladores cuando la tubería o una fuente externa ejercen presión habitualmente sobre la membrana elástica o el manguito, lo que permite tanto abrirlas como cerrarlas y regularlas. Se trata, por lo tanto, de piezas con un diseño muy simple y multifuncional. Esto hace que sean una buena opción para una gran cantidad de instalaciones, ofreciendo buenos resultados incluso a presiones muy bajas. Se pueden aplicar en ámbitos tan diferentes como las instalaciones de riego, el tratamiento de aguas o las industrias.

Una de las ventajas de este tipo de válvulas automáticas es que un mismo cuerpo puede configurarse para que tenga diversos funcionamientos, dependiendo de la conexión que se haga de los pilotos reguladores. Así, pueden actuar como reductoras y sostenedoras de presión, válvulas flotadoras de nivel o electroválvulas, entre otras.

Asimismo, podemos distinguir las siguientes válvulas automáticas para agua accionadas hidráulicamente, según la función que tienen en la instalación:

  • Reductoras de presión. Su objetivo es bajar la presión aguas arriba de la válvula a un valor menor y constante aguas abajo, sin que le afecten las variaciones de presión en el inicio del circuito, el flujo o la demanda.
  • Sostenedoras de presión. Estas válvulas para agua están diseñadas para obtener una presión mínima aguas abajo, o para evitar las oscilaciones aguas arriba. Se activan por la presión de línea y se regulan por un piloto.
  • Reductoras y sostenedoras de presión. Se usan para que la presión aguas abajo sea estable. Están controladas por dos pilotos, que determinan como la válvula debe abrirse o cerrarse para mantener los valores prefijados.
  • Limitadoras de caudal. Controlan el flujo de agua suministrado en un valor preestablecido, independientemente de los cambios de presión. Normalmente están parcialmente abiertas para mantener el paso de un flujo constante. Con su uso, se evita el consumo excesivo, la caída de presión y los problemas de suministro en puntos concretos.
  • Controladoras del nivel de agua. Pueden usarse para controlar el llenado y, además, para mantener un nivel mínimo en el depósito. Disponen de un flotador horizontal modulante, que actúa independientemente a los cambios de consumo.
  • De alivio rápido de presión. Evitan sobrepresiones por bloqueo o cierre de las válvulas. Cuando esto sucede, el piloto hace que se abra rápidamente la válvula.
  • Anticipadoras de sobrepresión, que protegen la red de sobrepresiones, golpes de ariete y cortes de suministro de corriente.
  • De apertura anticipada, con un piloto reductor y uno sostenedor, para evitar que una parada en un grupo de bombeo demasiado brusca pueda afectar al sistema. En este caso, actúan como válvulas de alivio, pero abriendo antes de que se produzca el golpe de ariete.
  • De control para bomba. Es la que regula el ciclo de arranque de una red
  • De control de caudal. Estas válvulas automáticas se emplean para cortar el suministro de agua cuando hay una rotura de la conducción. De esta manera, evitan la pérdida de agua y protegen la bomba.
  • Las válvulas de equilibrado, que se usan para mantener los circuitos de calefacción y climatización por agua equilibrados.

 

Electroválvulas accionadas por solenoides

Estas válvulas automáticas se usan, sobre todo, en los procesos industriales y en el interior de equipos, siempre que sea necesario regular el flujo de todo tipo de fluidos. Se trata de un dispositivo electromecánico, que habitualmente solo tiene la posición de abierto y cerrado. Las activa la acción de una bobina solenoide, lo que las distingue de las motorizadas

Estas válvulas automáticas para agua pueden ser de dos tipos, en función de la configuración de los dos elementos que la integran: el solenoide y la válvula propiamente dicha:

  • Las directas son las electroválvulas que se abren o cierran por un solenoide combinado con un muelle. Son habituales en instalaciones de riego, lavadoras y lavaplatos
  • Las asistidas, en las que una válvula piloto secundaria controla el solenoide

Las electroválvulas evitan que el agua pase gracias a la presión unificada que ellas mismas realizan. Cuando el solenoide recibe una señal eléctrica, la bobina se imanta y es capaz de levantar el émbolo. Por lo tanto, queda un pequeño agujero por el que sale el agua a la cámara superior. De esta manera, el paso general queda liberado y la entrada y salida del agua quedan comunicadas.

Válvulas motorizadas accionadas por actuadores eléctricos

Estas válvulas automáticas cuentan con un actuador eléctrico, un dispositivo que se adapta al motor y determina su apertura y cierre al activarlo. Su principal aplicación son las válvulas de 2 y 3 vías que forman parte de las instalaciones habituales de calefacción y climatización. Se pueden encontrar en el mercado en diversos tipos: histéresis, motores síncronos y servomotores, entre otros.

El dominio de las características de todos estos modelos de válvulas automáticas es esencial para decidir cuál es el más adecuado para cada instalación.