Calefacción

Cómo cambiar el purgador del radiador

Si la calefacción de tu vivienda es con radiadores de agua, una vez al año tendrás que realizar un mantenimiento básico para que el funcionamiento del sistema sea en todo momento óptimo. Cambiar el purgador del radiador puede ser necesario en el caso de que un purgador se haya estropeado y pierda agua o no se pueda purgar. La buena noticia es que puedes hacerlo tú mismo, ya que no es una labor que entrañe una dificultad especial. Te mostramos cuál es la función de este elemento y cómo cambiar el purgador del radiador paso a paso.

La función del purgador del radiador y dónde se instala

El purgador del radiador cambia en función de si éste es automático o manual. En el primer caso, se trata de un cuerpo que normalmente se ha fabricado en latón, una ‘boya’ que cuando llega aire a la misma abre paso al exterior, accionando un mecanismo y permitiendo la salida de aire al exterior. A su salida suele disponer de un tapón que permite cesar las pequeñas fugas de agua que se dan cuando no funciona correctamente.

El purgador en un radiador manual es una pieza de reducido tamaño que se instala en la parte alta del radiador. Sobre un pequeño cuerpo se enrosca un pequeño tornillo, que puede accionarse con un destornillador plano. Al desenroscar, el circuito se comunica con el exterior, permitiendo purgar el aire.

En los radiadores automáticos el purgador se cambia entero, ya que se trata de un elemento que se inserta en el circuito de calefacción. Se coloca sobre la propia instalación, en sus puntos más altos del trazado, muchas veces sobre los radiadores. En el caso de los radiadores manuales, el purgador siempre se coloca sobre el radiador.

El cambio del purgador, paso a paso

El cambio del purgador manual puede realizarse siguiendo estas instrucciones:

  1. Cerrar la llave del radiador con la mano. De esta manera se impide que entre en el circuito un mayor volumen de agua.
  2. Cerrar el detentor. En función del modelo, para esta operación necesitarás un destornillador o una llave Allen, aunque en algunos modelos puede utilizarse un destornillador. El circuito debe quedar completamente sellado.
  3. Abrir el purgador y colocar debajo un recipiente. Cuando lo abras es posible que gotee algo del agua que estaba aún presente en el circuito, aunque ya no existirá presión.
  4. Aflojar el purgador. Podrás realizar esta operación con una llave inglesa.
  5. Situar el nuevo purgador en el lugar del antiguo y ajustarlo con una llave inglesa, sin llegar a apretar demasiado. Después de ajustarlo, coloca la válvula con la que cuenta, que se puede dirigir en varias direcciones y sirve para liberar el agua, hacia un lugar que e resulte cómodo para las extracciones posteriores de agua que tendrás que ir haciendo.
  6. Comprobación de que no existen fugas. Para ello debes abrir la llave de paso y el detentor. Es normal que, durante la operación de sustitución del purgador del radiador, haya entrado un poco de aire.
  7. Verificación de la presión de la caldera. La caldera debe mantener su funcionamiento normal.

En cuanto al purgador automático, los pasos a seguir son los mismos. Se debe tener la precaución de dejar la salida de aire del purgador siempre hacia arriba.

Instalaciones de calefacción y mantenimiento de los radiadores

La pregunta de cuándo se debe cambiar el purgador es habitual entre los propietarios de radiadores de agua, y la respuesta es que debe hacerse cuando comience a gotear. El goteo será indicativo de que el purgador del radiador está roto, o de que no está funcionando bien. Cuando se observa a simple vista una oxidación en el purgador, o marcas en el suelo causadas por el goteo del mismo, también ha llegado el momento de adquirir uno nuevo y reemplazar el antiguo.

 

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En cuanto al mantenimiento que debe realizarse a los radiadores, se recomienda que, al poner en marcha la calefacción, después de los meses de verano, se ponga la caldera en modo calefacción y, cuando hayan transcurrido cerca de 15 minutos, se accionen los purgadores manuales montados sobre los radiadores para extraer todo el aire de ellos. Para purgar los radiadores es aconsejable que la caldera se encuentre en funcionamiento, de manera que, al hacer que la bomba traslade el agua del circuito, la extracción del aire será más sencilla. Se debe tener precaución y, para evitar posibles quemaduras, hacerlo cuando el agua no se encuentre a muy alta temperatura o cuando no haya excesiva presión en el circuito.

Un proceso básico para una calefacción eficiente

La calefacción por radiadores de agua es un sistema eficiente para cualquier tipo de vivienda o edificio de trabajo. Ya se trate de radiadores de aluminio, de panel de acero u otros, todos tienen en común que se basan en un circuito de agua que se calienta. La purga periódica del agua, que debe realizarse una vez al año, es básica para que el rendimiento de todo el dispositivo sea el más eficiente. Cuando se produce una avería en el purgador, o éste deja de funcionar como debe, se debe reemplazar por uno nuevo. Por eso, tanto para propietarios como para operarios es fundamental familiarizarse con el procedimiento de cambio del purgador, ya sea manual o automático.