Fontanería / Tuberías y accesorios
Fontanería / Tuberías y accesorios
Debido a la corrosión, por el deterioro, por un golpe… son muchas las causas que pueden llevar a que se produzca la rotura de una tubería. Una situación siempre molesta y que causa alarma, porque en pocos minutos puede inundar una estancia y generar incluso daños graves en suelos y mobiliario. En los edificios de viviendas, una rotura de tubería en la que no se interviene a tiempo generará goteras en el piso inferior, además de otros inconvenientes para numerosos vecinos
Cuando hablamos de una avería en una tubería dentro de una comunidad de vecinos, por lo general hablamos de una rotura en alguna de las zonas comunes de la vivienda, como por ejemplo un garaje comunitario, un sótano con trasteros, un cuarto de contadores, etc. La naturaleza de estos espacios hace que cualquier vecino pueda ser el que dé la voz de alarma al detectar la incidencia. Lo más indicado es que esa persona se ponga en contacto inmediato con el presidente de la comunidad de vecinos y también con el administrador de fincas. Ambos se pondrán en contacto de inmediato con el seguro de la vivienda, que en España es obligatorio suscribir, para que la compañía con la que se ha firmado la póliza se ponga en contacto con una empresa de fontanería que pueda reparar la rotura.
A pesar de que este podría ser el procedimiento regular, pueden darse muchas circunstancias; puede que el presidente de la comunidad de vecinos no esté disponible, o que la incidencia se descubra durante el fin de semana o festivo y la empresa designada como administradora de fincas no trabaje. En este caso puede ser cualquier propietario (o inquilino que viva de alquiler) el que contacte con un profesional para que repare la incidencia cuanto antes. Hay que tener en cuenta que una fuga de agua en una tubería puede llenar una estancia de agua en poco tiempo.
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Antes de reparar la rotura de la conducción habrá que detener la fuga de agua. Para ello se debe cortar el suministro de agua, para lo que se cerrará la llave de abastecimiento interno de la instalación concreta en la que se producido la rotura. En ocasiones será necesario cortar la llave general del paso de agua. Conviene tener presente que una fuga de agua puede comprometer la seguridad de la instalación eléctrica, por eso es también recomendable acercarse hasta el cuadro eléctrico y cerrar el paso de la electricidad para la zona afectada.
Las pequeñas roturas pueden repararse de manera provisional secando la zona afectada de la tubería y rodeándola de cinta en el mercado hay muchas posibilidades, antes de tomar medidas de más importancia. En el caso de grandes roturas, (modificar el orden, lo primero es cortar el agua) lo más inmediato es taponar la rotura con cinta y achicar todo el agua posible para minimizar las humedades en las paredes y las filtraciones de agua a otras estancias. A continuación, se cortará la luz para impedir que se produzcan riesgos eléctricos y se cerrará la llave de paso del agua, para que deje de entrar agua en la estancia afectada.
Es importante avisar al mayor número posible de propietarios para que no utilicen la electricidad.
El siguiente paso será el de vaciar el agua del circuito de tuberías abriendo, uno a uno, todos los grifos, haciendo que el agua que todavía se encuentre en el circuito se pierda por los desagües. De esta manera la fuga se cortará y se evitará que la inundación vaya a más.
En el caso de la tubería se pueda reparar, después de vaciarla se podrá soldar. Otros métodos de reparación incluyen el uso de resinas epoxi y piezas para tapar poros como las abrazaderas de reparación que contienen unos plásticos interiores. Si se trata de una instalación de conducciones de agua con mucha antigüedad, es recomendable cambiarla por completo.
Las conducciones de agua de nuestra vivienda pueden ocasionarse por muchas razones, pero una de las más habituales es la presencia de aire en ellas. No hay que olvidar que el oxígeno es uno de los componentes del agua. Existen varias reacciones que pueden hacer que se generen bolsas de aire en la parte superior de las tuberías, con el riesgo directo de que ello derive en grietas y roturas. Aunque la sustitución de las antiguas canalizaciones de distintos tipos de acero por materiales termoplásticos hace que las tuberías sean ahora más flexibles, y por lo tanto más resistentes a las tensiones, lo cierto es que este fenómeno puede seguir ocurriendo.
Para evitar la rotura de tuberías de calefacción por la entrada de aire existen varios métodos de liberación del oxígeno, pero uno de los más efectivos es el de accionar el purgador con el que cuentan los radiadores. Ya sea manual o automático, accionándolos estaremos sacando el aire de las instalaciones y favoreciendo no solo una mayor vida útil de todo el sistema, incluyendo tuberías, válvulas o reguladores de presión, sino que también ganaremos en eficiencia, reduciendo el consumo.