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El contador de gas es un elemento del sistema de medición con el que es posible calcular de forma precisa el consumo en el que ha incurrido un cliente en su vivienda. La instalación de contadores tiene lugar en el momento en el que se concede la solicitud del alta en el servicio de gas.
¿Qué vamos a ver en el siguiente post?
Gracias al contador, el consumidor puede conocer hasta dónde llega el consumo y a cuánto ascenderá la factura por el servicio, mientras que la compañía comercializadora del servicio usará la medición para aplicar el precio al gasto en el que se haya incurrido. La distribuidora, por último, establecerá, en función del consumo anual realizado, el peaje de acceso que corresponda. A continuación conoceremos en detalle las características de los contadores
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Entre los contadores domésticos de gas, uno de los más empleados es el contador normalizado modelo ‘G4’ que presentan un caudal mínimo (m3/h) de 0,04 y un caudal máximo (m3/h) de 6.
El modelo normalizado G6 presentan un caudal mínimo (m3/h) de 0,06 y un caudal máximo (m3/h) de 10.
Su fabricación se produce conforme a norma, aunque los contadores más comunes son los de paredes deformables, también llamados de membranas. A continuación, los tipos de contadores de gas y las normas a las que se atienen:
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Dentro de los contadores de gas de uso doméstico podemos distinguir entre los de membrana y los digitales inteligentes, mientras que aquellos que tienen una utilidad industrial pueden ser de pistón rotativo, de turbina o ultrasónicos. Los contadores de membrana, que son los que hasta ahora habían predominado en España, basan su funcionamiento en la presión que produce el gas durante el llenado y vaciado alternativo de unas cámaras con paredes deformables. A partir de esos datos se establece cuál es el consumo.
Requieren de una lectura presencial por parte de la empresa distribuidora y no son sensibles a la temperatura ni a las condiciones de presión.
Los contadores digitales, por el contrario, son mucho más precisos e informan del consumo en tiempo real. Ofrecen a los clientes la opción de elegir tarifas en función de la discriminación horaria y permiten su manipulación a distancia mediante conexión Wifi, por lo tanto la empresa comercializadora puede conocer a cuanto asciende el consumo sin tener que efectuar una consulta presencial. Este tipo de contadores inteligentes son obligatorios en España desde enero de 2019.
La principal diferencia que podemos establecer entre contadores de gas es entre los domésticos, de menor tamaño, y los industriales, de mayores dimensiones. En cuanto a las instalaciones de contadores de gas que se destinan a usos domésticos, podemos distinguir entre contadores de instalación individual y contadores de instalación común.
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La normativa UNE 60670 parte 5 especifica que el contador debe colocarse a la menor distancia posible del lugar por donde penetra la tubería de la casa, excluyendo dormitorios, baños y aseos. No debe colocarse el dispositivo a una distancia inferior a 20 cm de mecanismos que sirvan para producir calefacción, agua caliente sanitaria o aparatos eléctricos, así como tampoco encima de los fuegos de una cocina, con la excepción de que exista una pantalla de protección o que la instalación se produzca a una distancia de al menos 40 cm. Cuando la instalación se produce en el interior de un local en lugar de en una vivienda, debe existir ventilación constante, ya sea directa o indirecta, con un patio de ventilación o con el exterior.
Las empresas instaladoras profesionales, reconocidas y homologadas por el Ministerio de Industria, se ocupan de efectuar todas las obras que sean necesarias para la puesta en marcha del contador de gas. Por otra parte, una empresa distribuidora será la encargada de certificar que la instalación se ha realizado de la manera adecuada y cumpliendo con todas las normativas.