Calefacción
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La calefacción por suelo radiante es un sistema de climatización basado en un circuito de tuberías por las que pasa agua caliente, consiguiendo bienestar y el confort de los espacios. En este artículo veremos las características principales de este sistema de calefacción y su regulación, la normativa a tomar en cuenta y las características principales que debe tener la válvula de suelo radiante.
¿Qué vamos a ver en el siguiente post?
¿Cómo funciona el suelo radiante?
Normativa europea para instalaciones de suelo radiante
Características de la válvula de suelo radiante
Esta solución de climatización permite que toda la superficie de una vivienda se caliente desde el suelo por medio de un sistema de radiación. En el sistema de suelo radiante se distinguen dos grandes bloques: el generador de calor y el emisor que es el suelo radiante.
El generador de calor puede ser una placa solar, un sistema de aerotermia o una caldera. El agua calentada por el generador de calor fluye por las tuberías alojadas en el suelo calentado el suelo.
Este calor se extiende en el aire de la vivienda y por procesos de convección. Se caracteriza por generar una temperatura regular en los espacios donde se instala, ya que el calor comienza en el suelo hasta llegar al techo distribuyéndose de manera uniforme
Existen dos sistemas principales de suelo radiante: por agua o eléctrico. Los sistemas de suelo radiante por agua son muy eficientes y permiten tanto la calefacción como la refrigeración de los espacios. Pueden estas conectadas tanto en instalaciones individuales como en instalaciones colectivas. No recomendamos los sistema de suelos radiante eléctrico si no se dispone de producción autónoma de energía por su elevado consumo.
La fuente de energía con la que trabaja el sistema por agua puede ser eléctrica, de gas o por paneles solares que aporta la energía a la caldera donde se calienta el agua.
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Durante la instalación de suelo radiante, se utilizan materiales aislantes con el resto del suelo para mantener eliminar los puentes térmicos y que se vaya el calor para abajo en vez de subir hasta el techo. Es un sistema de instalación invisible, por lo que estéticamente llama la atención a los usuarios. Y elimina los espacios muertos ocupados por los radiadores
El suelo radiante se recomienda en lugares de uso diario debido a su elevada inercia térmica. A esto nos referimos a que tarda bastante en calentarse, pero una vez calentado seguirá emitiendo calor. Es por ello, que se recomienda la instalación para viviendas de uso continuado, centros de enseñanza, hospitales, centros de oficinas, etc. En cambio, si el espacio se utiliza pocas veces o con pocas horas al día, no se recomienda este tipo de instalación.
La instalación de suelo radiante incluye como elementos principales una red de tuberías distribuidas desde un colector. Cada circuito es independiente para poder controlar la temperatura de manera individual en cada estancia. La regulación termostática de cada circuito se realiza mediante un termostato ambiente que permite abrir o cerrar el cabezal situado en el colector. Los circuitos reparten agua caliente a baja temperatura, entre 30 y 50 grados.
Una instalación de suelo radiante debe cumplir con la normativa UNE-EN-1264 del comité técnico AEN/CTN 124. En la normativa se describen los siguientes aspectos a considerar: método para la determinación de la emisión térmica de los suelos radiantes, tanto el cálculo, ensayo y dimensionado, características de la instalación, descripción de suelos, techos y paredes radiantes.
La normativa también recoge las certificaciones necesarias que debe tener la empresa instaladora y los materiales a utilizar según la marca AENOR. Tampoco se puede escapar la revisión para este tipo de instalaciones es el Código Técnico de la Edificación (CTE) sobre la resistencia térmica del aislamiento.
Todas las relacionadas con la acústica, ruido y tipos de suelos. Por ejemplo, La Ley de ruido, en los apartados que explican el diseño y dimensionado y productos de construcción, la normativa UNE-EN-12354 en relación con la acústica de la edificación, la normativa UNE-EN-29052 sobre la determinación de la rigidez dinámica y los materiales utilizados bajo suelos flotantes en viviendas y por último, la normativa UNE 56810:2013 sobre las características mínimas del pavimento para garantizar un correcto funcionamiento de la instalación.
En el cuadro o colector del suelo radiante se utilizan válvulas específicas para poder regular de manera independiente la temperatura de cada habitación, siendo eficiente energéticamente.
Como toda instalación de calefacción, se contarán con válvulas de corte para el circuito de agua. La instalación también debe contar con una llave de paso y una válvula antirretorno, elementos imprescindibles para el llenado de la instalación y las pruebas de presión.