Fontanería
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A la hora de diseñar la instalación hidro-sanitaria de un edificio, uno de los factores básicos a tener en cuenta es el uso que se va a dar a las diferentes tuberías, especialmente al número de abonados a quienes darán servicio cada una de ellas. Con esta premisa, podemos distinguir entre tuberías comunes o privativas y decidir qué tipo de tubos es más adecuado usar en cada caso.
¿Qué vamos a ver en el siguiente post?
¿Qué son las tuberías comunes y privativas?
Diferencias entre tuberías comunes y privativas
Requisitos para que una tubería se considere privativa
El desconocimiento sobre las características de estos tipos de tuberías hace que los vecinos de las comunidades de propietarios horizontales duden a la hora de decidir quién debe actuar sobre cada una de ellas, si es necesario.
Para entender realmente qué tuberías de una casa son privativas o comunes, debemos conocer antes las diferencias básicas entre los elementos comunes y privativos de una comunidad:
Teniendo en cuenta la definición de estos dos conceptos, podemos decir que las tuberías comunes son aquellas instalaciones que dan servicio a más de un abonado, y que se encuentran en los espacios comunitarios del edificio.
Por otra parte, las tuberías privativas son aquellas que se colocan en el piso del abonado para hacer que el agua llegue únicamente a él. Por lo tanto, la instalación transcurre en los espacios privados de una comunidad de vecinos.
De todos modos, merece la pena destacar que el factor verdaderamente determinante para decidir si una tubería es privativa o común es al número de propietarios a quienes hace llegar su subministro.
Las tuberías que forman parte de las instalaciones comunes y privadas pueden ser de diversos materiales, según el uso que se les vaya a dar. Así, nos podemos encontrar tubos PEX, multicapa o de acero inoxidable según el uso que se les vaya a dar.
El criterio de elección normalmente es una relación entre facilidad de instalación y coste. Por ello es muy habitual en diámetros superiores a pulgada DN25, empleados en instalaciones comunes, utilizar tuberías metálicas como cobre o acero, y en plástico para tuberías comunes, las que suelen tener mayor diámetro, se emplea Polipropileno PPR
Las instalaciones individuales normalmente tienen un diámetro igual o menor a 25mm (DN25); y para estos diámetros se suele emplear tubería multicapa por su facilidad de instalación
Sin duda, una de las cuestiones que consiguen levantar más dudas y polémicas en las comunidades de vecinos horizontales es si una determinada tubería es común o privativa, ya que de esta consideración dependen muchos factores relacionados con su bienestar y cuidado.
Si tenemos en cuenta el artículo 396 del Código Civil y el artículo 3 de la Ley de Propiedad Horizontal, podemos decir que esencialmente las tuberías privativas cumplen con los siguientes requisitos:
Igualmente, las tuberías privativas tendrán esta consideración cuando formen parte de todas aquellas instalaciones ubicadas dentro de una vivienda. Es decir, a partir de su entrada y hacia las diversas estancias de su interior.
Aunque no se trata de un tema estrictamente técnico, merece la pena señalar que la distinción entre tuberías privativas y comunes también tiene consecuencias legales referentes a su mantenimiento. Así, será la comunidad la que se encargue de la reparación y cuidado de las que se encuentran en los espacios comunes, mientras que cada propietario deberá hacer frente a las instalaciones privativas.
Determinar las tuberías privativas o comunes que forman parte de un edificio nos permite saber quien el responsable de su mantenimiento y consecuentemente quien debe hacer frente a posibles derramas.
Por otro lado, las tuberías comunes son mayores en referencia al número de usuarios que deben abastecer y una rotura o corte por mantenimiento puede dejar a varias viviendas sin suministro por lo que es crítico mantener estas tuberías en buen estado para no dejar a los usuarios desabastecidos.